¡Juzgando a un libro por su película!


Buenos días/tardes/noches, almas derraperas:

Recurro a la entrada de #DerrapeCotidiano por primera vez en la historia de Las Derrapadoras con la urgente necesidad de contarles algo que está parcialmente lejos de lo literario.

Un lector suele recomendar leer el libro antes que verlo en la TV o en el cine por obvias razones. La situación por la que elegí la peli fue por pura curiosidad y hoy lamento profundamente haber puesto mis ojos en aquella opción. Netflix, tus puntuaciones son engañosas o muchos de tus consumidores tienen muy mal gusto 🤦.

Obviamente la frase “no juzgues a un libro por su película” no es 100% garantizado. Muchas veces la película ha hecho una mejor historia que el mismo libro, pero con esta en cuestión me pasó algo que fue más allá que esa frase; no solo me hizo eliminar la idea de leerlo en el futuro, sino que hizo que retome el interrogante que vuelve cada año a hacer de las suyas. ¿Qué hubiera pasado si esos libros de los que éramos tan fanáticas hace cinco años hubieran salido a la gran pantalla? Esta experiencia fue un gran ejemplo, pero antes de seguir voy a contarles cómo llegué ahí.

Todo comenzó una noche en que me di el lujo de elegir una película fuera de lo que normalmente veo. La mayoría de las veces elijo informándome (como hago con las lecturas) o bien caigo en las películas que ya vi. ¿Quién no vio Orgullo y Prejuicio unas quinientas veces? ¡Alabada sea la vieja y confiable! Previamente, en aquél mes de julio del 2018, me topé en Instagram con el tráiler de A todos los chicos de los que me enamoré, basada en el libro de Jenny Han (disponible en Netflix); entre los comentarios se hallaba con uno que rogaba que sea tan bueno como El stand de los Besos y me dije ¿por qué no?... ¿Una película al estilo Maravilloso Desastre o El Lado Explosivo de Jude? ¿Qué estoy esperando para vivir esa experiencia?

¡Nada puede malir sal!

¡Debería haber escuchado a mi instinto derrapero!

¿Qué me llevó a elegirla? En parte porque estaba basada en un libro (como dije líneas atrás) y también porque sus protagonistas eran dos actores que había visto en otras películas cuando eran niños y me daba curiosidad verlos ya crecidos: Joey King (Ramona y su hermana, coprotagonizado por Selena Gomez) y Joel Courtney (Super 8).

The Kissing Booth (El stand de los besos) es una película romántica basada en la novela del mismo nombre, escrito por Beth Reekles (en español pueden encontrarlo como Mi Primer Beso).
La historia se centra en Elle Evans (Joey King), una estudiante de secundaria de 16 años que ha intentado pero nunca ha sido besada. Para la recaudación de fondos Elle y Lee deciden poner un puesto de besos sin imaginar que terminaría besando a Noah (Jacob Elordi) el chico más guapo y popular de su escuela. Tras darse cuenta de que sienten algo el uno por el otro, se ven envueltos en un romance secreto; el problema es que ese chico no es nada menos que el hermano mayor de su mejor amigo con el que ha pasado toda su infancia y tendrá que decidir entre la amistad de Lee (Joel Courtney) o seguir a su corazón.

Thank you, Wikipedia ❤️.

Para que vean que no prejuzgo (como una fulana me tildó alguna vez), comencé la película sin pensar en nada en absoluto; me concentré en conocer la historia de los dos amigos de toda la vida y, al principio (por lo menos la parte en la que explicaba la amistad y lo de las reglas), me gustó. Tampoco voy a negar que el crush de Elle por el hermano mayor de Lee (cuando ni siquiera se habían tocado un pelo) fue bastante "entretenido" y nada fuera de lo común en las historias teen. Decir que me molestaba sería exagerar cuando lo que en verdad me molestó fue suficiente. La película no es una obra maestra, muchas escenas son bastante tontas y tampoco valía la pena darles relevancia (¿Qué estoy diciendo? ¡La película es muy mala, pero ese no es el punto!).

Empecé a prestar más atención cuando hacían foco en los problemas de violencia que tenía Noah con cualquiera que le molestaba. Cualquier cosa era motivo para terminar moliendo a palos a cualquier muchachito. Hasta que un día los chicos comienzan a ver a Elle con otros ojos, y sí… terminan ganando una golpiza gratuita de Noah Flynn. Lo más cómico es que Elle intentaba intervenir, como si pudiera calmar a la fiera fuera de sí. Incluso llega a ganarse un grito autoritario (¿?) para que le haga caso y no se aleje (Face Palm infinito).

Acá recaemos en el cliché que siempre se vendió en el Young Adult: Me pongo violento porque te quiero, como si tuviera que marcar territorio en la persona, como si fuera un objeto (¿Siguen vendiendo este tipo de historias? Siento que la idea es tan anticuada que verla en una producción cinematográfica queda obsoleta). No pensé que me indignaría tanto ver el modo en que la trataba. Elle siempre fumándose sus peleas y padeciendo sus locuras. Lo más chocante fue cuando Lee (el mejor amigo) encuentra un golpe en la cara de Elle y directamente le echa la culpa a Noah. ¡Yo también lo hubiera hecho si no hubiera visto cómo fue que consiguió que le sangrara el rostro!
No puede faltar el poder del amor que todo lo cura y quita la violencia de los personajes literarios. Es obvio que Noah se convierte de la noche a la mañana un novio perfecto que no levanta la voz, pone cara de cachorro abandonado para todo y mágicamente deja de ser un promiscuo porque de la nada quiere dedicarse a una sola chica. Incluso la rema como un ganador y en cierta forma la película te obliga a creer que la culpa la tienen esas estúpidas reglas que tenían Elle y Lee y la actitud que toma Lee al enterarse. Sí, el amigo de toda la vida termina siendo el "malo" de la película por no aceptar la relación. Vergonzoso.

  • Elle es el personaje femenino torpe, que no reconoce su belleza y de la nada todos la desean. No puedo desarrollar más porque no hay más nada para agregar. 
  • Noah es el típico idiota que sabe que lo que hace está mal, no busca cambiar y se excusa diciendo que "él es así porque sí".
  • Lee, el mejor amigo de Elle, fue el único personaje que valió la pena.

El final fue parcialmente decepcionante. Deseaba que la chica razonara y se diera cuenta de lo que realmente merecía. No te voy a contar qué decide… pero ya te doy una idea.

Fue difícil ver una relación tóxica adornada con amor, flores y corazones en la pantalla (Hello, Fifty Shades para adolescentes!). Indagar sobre el libro después de finalizar la película fue lo que me hizo decidir que no lo leería NUNCA JAMÁS DE LOS JAMASES. Sí, corrector de Word. ¡Sé que es redundante, pero eso quería!

Seguramente saben que ya se encuentra disponible la película de After (libro de Anna Todd). Probablemente hayan querido suavizar un poco la historia, pero dudo que lograran quitar el abuso que existe en el libro. Las personas que lo leyeron saben a qué me refiero. No quiero ni pensar qué salió de todo eso.

Con esto no estoy diciendo que odio/detesto los libros Young Adult ni las películas para adolescentes. Confieso que disfruté mucho más The DUFF que El Stand de los Besos. No me molesta leer el género, pero los autores deberían empezar a eliminar el cliché de “chico malo que termina convirtiéndose en bueno” de sus historias y explorar otras opciones. ¡Estoy segura, tienen que existir otras!

4 Comentarios

  1. Odie la película, me pareció un asco y sobre todo me dio más asco las pintas que andan diciendo que le gusta el protagonista, osea, el loco es más agresivo y les gusta eso?? Déjame de joder, puede que sea "lindo" físicamente (tampoco me agradaba) pero jamás, JAMAS hay que aceptar a la violencia y menos tomarla como un gesto de cariño. Cuestión, es una mierda la película, el libro no lo leí ni pienso leerlo jajajaja.

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    1. ***Gif de aplausos***
      Lo peor de todo: se viene segunda parte 🤦‍♀️. Como diría Gabba, ¡¡ES UN ATROPELLO A LA RAZÓN!! Vende más la historia adolescente tóxica que dar el ejemplo de lo que no debe suceder.

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  2. Exacto! Lo peor de todo es que está la otra mierafter que también salió película y confirmaron la segunda. Estamos perdidos, pero ojo, después el ni una menos, pero ellas aceptan estas relaciones tóxicas(? La ironía en su máximo esplendor. Maldita sea

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