Casi que le digo a Ivs que haga un recapitulando de cómo fueron sus días desde que pasó a salvarme con Lado B(etty).
Pero recordé un disparador que vi en un post de Instagram (
Agarré lapicera y empecé a escribir en el cuaderno.
Trataré de pasar tal cual.
Enojo.
Fastidio.
Hartazgo.
Nada tiene sentido.
Se junta todo.
Las clases online me agotan y son pocas las que me quedan algo; ni quiero imaginar los que están dictándolas.
Aunque, apelando a la sinceridad, hay cada cachivache del otro lado enseñando, incapaz de adaptarse a la nueva realidad.
Ahora mismo hay una profesora yendo a las chapas (le gana a un auto de F1), pretende dar TRES UNIDADES en una hora. ¡Dale, Mabel! ¿Acaso pensás que somos Yoda?

Seguro que en los próximos días anuncian las fechas de los parciales faltantantes (es decir, de las otras dos materias).
Me enoja que acumulen todo, cuando estuvieron (
Estoy enojada conmigo por dejar todo para después y el después me dice HOLA-TE-ATRAPÉ.
Fastidiosa por el texto del orto que estoy leyendo y no puedo omitirlo porque es del titular (escribe peor que *inserte lo que le plazca*, probablemente sea mejor que la mierd* esta).
HARTA de toda la situación.
Cuando me aparto de las redes y/o lecturas de noticias (esas que aparecen al abrir una ventana en el navegador) estoy en modo normalidad hasta que pasa algo.
Ejemplo, al mediodía quise entrar al home banking y estaba caída la página. Pensé que era mi conexión, pero ya me enteré el porqué y automáticamente pienso en lo que vendrá.

Habló con un amigo, tiene local y está para atrás con tanta incertidumbre. Mañana tiene que tomar una decisión, no sabe qué hacer. Tiene que pagar un montón de facturas/proveedores y no está ingresando dinero. Ya perdió gran parte de sus ahorros para pagar sueldos. Cómo él, ¿cuánto más?
Pasé de tener una mañana a pura sonrisas, por más que amanecí con lluvia y al rato salió el sol (si amanece feo, que termine feo), ¿por qué?
Y... Publicamos Express y otras chauchas.
Organicé plan para el fin de semana, comprar materiales para armar el escritorio y customizar un sector del dormitorio.
A estar con estas ganas de salir corriendo para escaparle a la realidad. La cual me provoca este vaivén emocional.
Escribir me ayuda a exteriorizar el sinsentido. A darle alas para que no quedé todo estancado dando vueltas atormentadoras.
La realidad, la economía, las relaciones, los parciales están alimentando la bendita ansiedad.
50 días, madre de Dior.
Me recuerdo: RESPIRA.
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