Innocents, de Mary Elizabeth y Sarah Elizabeth

La chica con un corazón inocente sabe todo sobre las malas decisiones, pero todavía tiene que tomarlas por su cuenta. En busca de la libertad, la encuentra en el delincuente del final del pasillo.

El alborotador con ojos azules como el cielo de verano sabe que debe permanecer lejos, pero no puede resistirse a la feliz maravilla que hace de su casa un hogar.
Ella es una romántica empedernida. Él está desesperado.
Ella es su razón, pero puede que no la atrape cuando caiga.
Ella lo ama. Él la ama con locura.
Esto es lo que sucede cuando un amor hecho de secretos se continúa con reglas en lugar de promesas.

Título: Innocents
Publicación: 14 de julio del 2014
Serie: Dusty #1
Autora: Mary Elizabeth y Sarah Elizabeth
Género: Young Adult - New Adult
Idioma: inglés

¡Muchas veces necesitamos un empujón para salir de la holgazanería!

¡Hola, almas derraperas amantes de los divagues extremos! Hoy les traemos una reseña digna de derrape, con todos los condimentos que producen reacciones adversas, incluyendo locura temporal y alergias a los libros de Bernando Stamateas y Pilar Sordo... porque quedarse a vivir un mes en Chernóbil es más sano que la relación que voy a presentarles en menos de dos segundos.
Esta pareja es el claro ejemplo de lo que cada ser humano en este universo (incluyendo alternos) debe evitar a toda costa. Es el tipo de amor tóxico que se puede comparar con meter la cabeza en el horno encendido, o quedarse en medio de un escape de amoníaco en una fábrica, tiene la toxicidad de 3.400 roentgens por minuto. Sí, camarada Legasov, huye en cuanto puedas.

Si creías que el amor de Edward y Bella era posesivo, si leíste After y te causó impotencia, o si tuviste la mala suerte de leer Culpa mía y creíste que era una relación muy enfermiza, agarrate Catalina porque Thomas y Leigh es la relación literaria que más traumada me ha dejado. Ni los Dark Romance se animaron a tanto.

Innocents tiene la desgracia de tener a Thomas Castor, un chico posesivo al nivel mía o de nadie. Cinturón de castidad incluido con un alcance de 200 metros que advierte a este muchachito de cualquier acercamiento masculino. ¿Lo extraño? Se conocen a muy temprana edad (ella 12 y él 13 aproximadamente) y desde ese momento comenzó con el asuntito del machirulismo galáctico.
¿Qué no puede faltar? Thomas se acuesta con todo ser vivo de la vía láctea sin ningún tipo de remordimiento por la chica que dice amar, y sigue manteniendo su posición de controlador hasta las últimas consecuencias, a pesar de NO SER SU NOVIO OFICIAL ni nada que se le parezca... que tampoco necesita un rótulo, pero que él pueda fornicar con cualquiera y que ella apenas pueda interactuar con alguien que tenga un mínimo interés es tan extremo de leer que perdí varias neuronas en el proceso.

Leighlee (Leigh/Bliss/B/L/mi-chica-en-modo-posesivo) McCloy acepta que Thomas esté con cualquier tipa que se le cruce, porque ÉL PROMETIÓ que por más que se acueste con otras (permítanme un facepalm mental), SOLO LA AMA A ELLA. Y solo eso alcanzó para justificarlo, aunque lo haga frente a toda la ciudad.

Como toda historia Young Adult, los padres están lejos de ser un ejemplo para la sociedad. Los de Leigh tienen la caradurez de llamarse estrictos, pero no tienen idea de las cagadas que se manda la hija. Según ella, sus padres son “horribles” por no dejarla hacer lo que quiere. No sé si las autoras piensan que es una actitud normal de los adolescentes o si ellas vivieron una situación así (o quisieron vivirla), pero hacen quedar a sus padres como unos carceleros, cuando prácticamente vivía en la casa de los Castor y no tenían control alguno de las salvajadas que su pequeña hija hacía.
Los padres de Thomas viven de las apariencias y ocultan su matrimonio fallido, no obstante, tienen un cariño particularmente dudoso por Leigh, como si fuera la tercera hija que hubieran querido tener. La llenan de regalos, hacen fiestas en su honor, dan a entender claramente que mantiene a la familia unida (WTF???), pero atenti, tanto Leigh como Thomas y su hermana Becka recibieron la “bendición” de vivir la vida como se les antoje: desenfreno al máximo en niveles que probablemente solo uno de ellos llegue a los treinta años.

Innocents toca el tema de las drogas y el alcohol como si fueran caramelos y Coca-Cola. El modo en el que mencionan la marihuana, el éxtasis o la cocaína es tan despreocupado que pretenden hacerte creer que ver a una chica de trece años ebria y drogada por fumar un porro es lo más normal del mundo mundial.

Podríamos decir que hoy en día es normal encontrar una historia YA en el que los padres se encuentran prácticamente ausentes en casi todo el libro. Los protagonistas siempre tienen el tiempo suficiente para hacer lo impensable.

Volviendo a la parejita del año, era desesperante leer cómo se llamaban a sí mismos a pesar de todos los maltratos psicológicos: MI AMOR. Leigh lo dice consciente de que él tiene sus manos ocupadas con otras, y el abominable Thomas lo dice mientras está ocupado con otras. NÓTESE EL PLURAL.
Varias veces Leígh es HUMILLADA por no aceptar los pedidos que Thomas le exigía. Ella se conformaba con esos pequeños momentos en el que Thomas “era normal”, y le fueron suficientes (durante muchos años) para convencerse de que era un incomprendido que solo necesitaba amor (¿KHÉ?).

Sintetizando, las autoras intentan vendernos en todo el libro que, a pesar de ser una historia jodida, su historia de amor es justificada y debe prevalecer. AGUANTÁ QUE ME RÍO UN RATO COMO LUNÁTICA.

Está bilogía nació de un Fanfic de Crepúsculo y mi humilde opinión es que, comparando ambos libros, el de Stephanie Meyer es un adorable e inocente romance juvenil, en el que Mary Elizabeth y Sarah Elizabeth exprimieron cada detalle tóxico para crear un monstruo PEOR que After. Y aunque intentemos devanarnos los sesos para adivinar cómo hicieron para imaginar a un Edward de ese calibre, nunca encontraremos una explicación.

Resumiendo, hace bastante que un personaje femenino no me repelía y que un personaje masculino no me desagradaba tanto a niveles que jamás pensé que existían. No soy de hacer esto, pero dado el grado de los temas que tocan, no lo recomendaría para menores de 18.

PARA QUE VEAN A LO QUE LLEGUÉ: leí el segundo porque mi grano de esperanza esperaba que este par de inadaptados vea la luz al final del túnel.

SPOILER: se chocan con un tren.

¡Una mariposa hedionda para este libro insufrible! 😂😂😂