Día 24


¡Qué miércoles!
Sin querer queriendo, el ombligo de la semana, fue apoderándose de nuestros corazones. ¿Será porque queda bien con cualquier palabra que lo anteceda? ¿O porque han sucedido cosas que nos marcaron y oh, casualidad un miércoles?
Tantas vueltas para ir al quid.
Y todavía me queda una más, antes de ir al él.
AMO poderosamente hacer estas entradas, poco me importa que no las lea ni mi tía Mabel. Son mi refugio, mi terapia. Hay días que tienen más coherencias que otros. Otro que salen verborragias y no pondría ni un punto. Sé que en el futuro las releeré y voy a revolear los ojitos por no haber frenado, pensado y luego plasmado.

Ahora sí, dicho esto, digo.
El día tuvo momentos cumbres, pinté arcoíris para no lanzarme por el balcón.
Trasnoché, me dormí cerca de las 3am, y me desperté a las 8. Tenía que llamar al local del reparto para agregar otro combo. Pensé que me dormiría nuevamente, pero naranja con fanta.
La emoción que tuve cuando leí "Hola, buen día. Ya tengo el cargador". Dimos un par de vueltas para hacer el pago, no podía encontrar mi tarjeta de coordenadas. Podría haberlo hecho por MercadoPago, pero no tenía la app y ni pensaba descargarla.
La emoción reinaba.
Las chicas llamaban para ver si tenía novedades del reparto.
Recuerdo las charlas y estallo en risas.
¡Ansiosa, SIEMPRE, ella!
Suena el teléfono, había llegado un solo combo a la dirección que tenían que llegar 2. Intentaba llamar al local y ocupado.
Me llama F para decirme que estaba con el cadete y que tenía dos combos con él.
Todo al revés. Ella no tenía plata para pagar el "mío", el cadete nuevamente al barrio. ¡¡Qué quilombo!!
Me llama R para avisarme, casi que tiré todo lo que estaba haciendo para irme a la casa. Recordé lo que estaba sucediendo y zas. Un balde de agua fría.
Tenía que prepararme para salir.
OMG, salía ¿después de 15 días?
Cruzaba la calle y sonreía.
Exagerada, como siempre, me negué a entrar a la casa. Terminé pasando, nos reímos un flash, agarré bolsa y una suculenta y pegué la vuelta.
Entré al depto y limpié lo que ya estaba limpio.
Doblemente exagerada.

Logré hacer el pago y comencé a buscar cadete... ¡La ansiedad por las nubes!
Y de la nada llegó el mensaje, "está yendo el cadete". ¡Salté y pegué un gritito cuan vil reina de baile!
¡TENGO el CABLE del CARGADOR para la notebook. Habemus cargador. Dior, qué feli' soy!
Aunque me llevé un pequeño susto, no era el original.
Calma.
La cuarentena está logrando cosas impensadas. Escribo esas líneas y todas las cosas negativas que ella acarrea desfilan por mi mente y bajón.
Entre pito y flauta se hicieron las 3pm y desistí de ir al super (también de almorzar).
Estuve gran parte de la tarde acicalando la compu, generando nuevas contraseñas (para no perder la costumbre) borrando cosas que ya no tenían sentido.
Obvio que horas después de la salida, me dolía la cabeza, tenía moquitos... ¡Toda la pavada tiene la piba!
Y así pasó mi día, que lo coroné con un par de videollamadas con la familia y probando los productos de la marca que jamás en mi vida había escuchado. ¡Son riquísimos!
FELIZ porque tengo queso, el cable, y porque pasé toda una tarde sin tener idea de qué mierda pasó en el mundo. Y doblemente feliz porque en el Word hay una reseña. Feliz porque me enfoque en las pequeñas cosas que dan color a mi burbuja y nada más.

Ah, Doña Flora... no salió. RARO, ¿no?

A mi amada yo del futuro: procura nunca perder tu esencia y escuchar tu voz interior, te ayudará a controlar la ansiedad; y por lo que más quieras, seguí escribiendo (por más mierda que te parezca el texto, vos seguí).

GRACIAS al que lea y doblemente gracias si llegás hasta el final. Triple si comentás (?)

2 Comentarios

  1. Jajajajajjajajaja fue un gran miércoles entonces. Me alegra saber que de a poco vas acomodando las cosas y que ¡ya podes usar la notebook!
    Es lo que venimos diciendo, hay que enfocarse en las pequeñas cosas.
    Gracias por siempre estar ahí para escribir. Leerte es un pedacito de mí día.
    Abrazos virtuales

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    1. Esto es día a día. Algunos son estupendos y otros (como ayer) la nada misma.
      La notebook es lo más, la extrañé.
      Gracias por estar del otro lado, acompañándonos y comentando.
      Abrazo enorme.

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