My Darling Arrow, de Saffron A. Kent (Con spoilers)

Querido Arrow,

No debería estar escribiendo esto. No es que vaya a enviarte esta carta y hay un millón de razones para ello.

Primero, me enviaron a la escuela St. Mary’s para adolescentes problemáticos (un reformatorio sólo para chicas) como castigo por un crimen insignificante, totalmente intrascendente. No por comerme con los ojos al hijo de la directora por el campus.

En segundo lugar, eres un idiota gigante. Eres arrogante, temperamental y muy frío. A veces pienso que ni siquiera deberías gustarme.

Pero extrañamente tu frialdad me prende fuego.

La forma en que tu atlético cuerpo se mueve en el campo de fútbol y la forma en que tus poderosos muslos se extienden por esa motocicleta tuya, me deja inapropiadamente sin aliento.

Pero esa no es la peor parte.

La peor parte es que tú, Arrow Carlisle, no sólo eres el hijo sexy de la directora.

También eres el amor de la vida de mi hermana. Y no debería estar pensando en el novio de mi hermana o más bien en su prometido (escuché una conversación sobre el anillo que no debería).

Ahora, si pudiera dejar de escribirte esas cartas sin sentido que nunca enviaré y que tú nunca leerás…

Nunca tuya,

Salem.

NOTA: Este libro es independiente y NO contiene infidelidad.

Título: My Darling Arrow
Publicación: 17 de septiembre del 2020
Serie: St. Mary's Revels #1
Autora: Saffron A. Kent
Género: New Adult
Editorial: autopublicado
Idioma: inglés

La reseña que leerán a continuación es más bien un descargo de todos los pensamientos y emociones que me invadieron durante la lectura, porque… no importa si es buena, mala, o aburrida, cuando el libro activa el espíritu derrapero hay que continuar y DEJAR QUE FLUYA.

No estaba en mis planes escribir con lujo de detalles sobre este libro, ni siquiera continuarlo, pero la santa patrona de los derrapes, Gabba, me dio su bendición para proseguir con el delirio místico.

Sin más preámbulos, lean bajo su propio riesgo.

Tiene SPOILERS.

Salem está loca. Loca de amor por Arrow. Obsesionada desde los diez años, desde el primer momento que lo conoció. No voy a ahondar en detalles cuando la sinopsis nos explica la historia con lujo de detalles y deja poco a la imaginación.

De todos modos, voy a aclarar un poco el panorama:

Arrow es hijo de su tutora o guarda legal (como mejor les guste el término). La madre de Salem y Sarah (su hermana mayor) falleció y quedaron a cuidado de su mejor amiga, Leah.

Algunas pueden pensar que no hay nada raro en un enamoramiento de esa edad y hasta ahí estamos todos de acuerdo. La cuestión es la siguiente: cuando se conocieron, Arrow (quince años) solo tenía ojos para Sarah (misma edad). Y Salem tenía más que un simple enamoramiento; creo que llegaba a niveles que rozaban lo patológico y lo radioactivo. Sin embargo, eso no quitaba el hecho de que Arrow ya estaba tomado, que sus estándares juveniles lo hacían elegir a la chica más desarrollada (y porque elegir a la otra sería perturbadoramente inexplicable para la autora), y con esa triste noticia, a Salem no le quedó otra que VIVIR A TRAVÉS DE SU HERMANA. Sí, como leen, Saffron A. Kent pensó que era lo más normal del mundo que una niña no se interese por otros a lo largo de su adolescencia, y que solo tuviera ojos para el novio (y después prometido) de su hermana. Y no me refiero al nivel de Lara Jean de “A todos los chicos de los que me enamoré” escribiendo una cartita olvidada para confesar su amor infantil (Salem guardaba miles en cajas guardadas en su habitación al alcance de TODOS), o la sutileza de Lake en Something in the Way; la tipa quería HUIR para no seguir teniendo PENSAMIENTOS IMPUROS Y DESLEALES hacia su futuro cuñado. Una locura.

Tomar la decisión de escapar de la casa de su tutora llevó a que Leah pusiera a Salem en el estricto internado femenino en la que ella era directora.

Qué empleo conveniente.

Para que entiendan el nivel de turbiedad, Salem recordaba detalladamente los pocos intercambios que tuvieron a lo largo de la vida, se quedaba con prendas que él tiraba, practicaba futbol de los vídeos que tenía de Arrow porque él jugaba en un equipo profesional, y prácticamente estaba en éxtasis cada vez que mencionaba su nombre en voz alta.

Un día, se desayuna la noticia de que Arrow estaba lesionado y no jugaría por un tiempo. Y para colmo de males, terminó su relación con su hermana. La chiflada, preocupada por la salud de su víctima, hace todo un drama mental de lo que podría haberle sucedido y sufre (incomprensible) por la separación. Porque claro, gran parte de la historia trata de sus interminables diálogos internos y sus vívidos recuerdos.

El problema de Arrow da lugar a que su madre practique el nepotismo en la Escuela y que él oportunamente sea el profesor de Salem. Se fije casualmente en la similitud entre ella y su hermana y aproveche la turbia obsesión para aliviar SU COMEZÓN. Sí, como leen: Arrow le dice a Salem de un modo muy frío que quería usarla para quitarse las ganas, porque comparten las mismas facciones con su ex, y porque oh, casualidad, ahora tiene dieciocho 🙄🙄🙄🙄🙄.

Ustedes pensarán que ella se sentiría ofendida y que eso haría que se olvide del idiota al que le gusta que lo llamen “rubio Arrow”. NO. Accede. Implora. Ruega. Porque prefiere ser SU CHICA DE REEMPLAZO y traicionar a su hermana que a rescatar la última migaja de amor propio.

Aunque sea tu fantasía más loca, ¡¡¡NO PODÉS REBAJARTE A ESE NIVEL!!!

Resumiendo, esta historia no escapa del básico cliché con un pseudo final feliz y convirtiendo a la tercera en discordia en una conveniente villana de turno, porque de algún lado hay que justificar la TURBIA RELACIÓN, ¿no? 🙄😒

P.D.: Tendríamos que tener puntajes negativos.