Something in the Way, de Jessica Hawkins

Era un caluroso día de verano cuando lo conocí en la obra en construcción al lado de la casa de mis padres. Bajo el sudor y la suciedad, Manning Sutter era tan guapo como el sol brillante. Era mayor, oscuro, experimentado. Yo llevaba una camiseta sonriente y nunca me habían besado. Sin embargo, vimos algo en el otro que nos uniría de maneras que no podrían romperse... no importa cuánto lo intentemos.
Amaba a Manning antes de saber el significado de la palabra. Dijo que yo era demasiado joven. Yo esperaría. A través de todas las palabras cuidadosamente elegidas que ocultaban lo que sabíamos que era verdad, a través de su lucha por mantenerme inocente, y durante noches infinitamente estrelladas, esperaría. Pero aprendería que la vida no siempre es justa. No importa cuánto logres, nada de eso importa si sufres la angustia que conlleva enamorarte de alguien que nunca podrás tener. Porque, aunque vi a Manning primero, eso no importaba. Mi hermana mayor lo vio después.

Título: Something in the Way
Publicación: 25 de febrero del 2017
Serie: Something in the way #1
Autora: Jessica Hawkins
Género: Romance contemporáneo - New Adult
Idioma: inglés

Definitivamente no fue lo que esperaba. Cada vez que lo encontraba en las redes su portada me atraía, pero no tenía idea de que sería de ese modo. Lo positivo es que el impacto fue bueno y me gustó. Fue la primera lectura del 2018 que me mantuvo prisionera por 24 horas hasta acabarlo (y lo habría hecho mucho antes si contara con más tiempo disponible). Lo más loco de todo: todavía me tiene enganchada y quiero leer el libro final que postergué todos estos meses. Pienso en la posibilidad de tenerlo en papel... aunque tal vez me esté precipitando.

Esta no es una historia erótica, ni romántica (aunque pudo haber destellos, solo por ser un libro introductorio). La vida de los personajes está marcada por el tabú, la diferencia social, pasados tormentosos, presentes complicados. La historia de Lake y Manning es diferente a lo que he leído hasta hoy, a pesar de estar en la línea de "relación prohibida".

¿Qué me hizo leerlo? Las portadas. Conocí esta saga cuando salió el segundo libro y me sentí atraída al instante. Incluso con el temor corriendo últimamente de “portada bonita=contenido horrible”. Podría decirse que esperé hasta la publicación del último libro sin tener idea de qué trataba la historia. Justo dio la casualidad de que la autora publicó gratis el primero de los cuatro en Amazon y me dije: ¡Hoy lo empiezo! Confieso que cuando leí la sinopsis quedé un poco ¡¡WAT!! ¿¿¿QUÉ COSA ES ESTÁ, MABEL??? ¡Averigüémoslo! Y lo terminé en un suspiro.

Something in the Way no es la historia habitual que se destaca en el histeriqueo y el sexo descontrolado, ni adobado con grandes cantidades de “¡¡Esto está muy mal!!” “¡¡Lo que hacemos no es correcto!!”, blablablá. Trata sobre una adolescente de dieciséis años y su primer crush/enamoramiento/flechazo con un peón de la construcción que trabajaba al lado de su casa. ¡HASTA AHORA NADA ROMÁNTICO, EH! Acá se puede notar el grado de ficción en el que me sumergí. No conozco peón alguno con la belleza y perfección de Manning Sutter, con todo lo que un adonis literario pueda tener: presencia, un bronceado de ensueño, pasado tormentoso, sin caer en el cliché de millonario; podría ser uno más del montón en el mundo de los personajes si no fuera porque era alguien de la clase trabajadora.
Puede que uno de los PROS más llamativos que encontré fue cuando ninguno de los dos era millonario. Si bien Lake tenía padres que podían darle una vida acomodada, no tenían el futuro asegurado, causando que el padre la persiga hasta en los sueños para que ella tenga una gran profesión y mantenga su status de clase media alta en la siguiente generación. Sí, un padre superficial que poco le importa lo que quiera su hija en la vida. Lake sufre la presión de ser la mejor desde que recuerda y más cuando su hermana (la más odiosa en la historia de las hermanas literarias) Tiffany, es lo opuesto a ella: una gran decepción para su padre.

Volviendo al flechazo en cuestión, su primer acercamiento me hizo acordar cuando yo era más chica y comenzaban a interesarme los chicos; pensamientos inocentes y rosas. La atracción a la orden del día sin recurrir a lo sexual. Manning, por otro lado, no tuvo un impulso que no derive a lo depravado ni se rotula al instante de pedófilo; no se sintió sexualmente atraído, ni tuvo un pensamiento malicioso. Sintió curiosidad por la niña que tenía frente a él y la relacionó (solo por la edad) con la 
hermana que perdió.

Punto a favor: La historia ocurre en la década de los noventa, precisamente en 1994, creando un ambiente diferente de lo que leemos normalmente.

La mejor palabra para definir el primer encuentro es QUÍMICA. La tuvieron y en grandes dosis, solo que estaba oculto detrás del espacio que mantenían por la edad. La burbuja de la química se desinfla casi por completo cuando llega la perra de Tiffany para arruinar su existencia. Y claro, Lake no podía argumentar que lo había visto primero porque Bitchy Tiffany tenía todo lo que ella no podía ofrecer: senos, cuerpo, mayoría de edad y actitud para regalarse por veinte centavos. Claramente da a entender que siente a su hermana como una amenaza, aunque nunca lo menciona. Con toda la discreción del mundo, la tilda de nenita molesta y la manda a hacer otra cosa. Situación que sufrimos todos los que somos hermanos menores (quitando lo tabú, obviamente). 

No podía quitarme la sensación que a pesar de que conocí a Manning primero, por alguna razón, Tiffany pensó que le pertenecía a ella.

Lo más destacable en la historia es la ingenuidad con la que la protagonista visualiza su enamoramiento, aún cuando él sale con su hermana mayor; se imagina como si fueran pareja cuando lavan los platos juntos o se emociona al prepararle lo que descubrió lo que le gusta, y cuando recibía los cumplidos... era lo más cercano a un “te amo” para ella. Un crush tan puro que causa ternura.
Lo que moviliza (o yo asumo, pensando demasiado en el tema), es el dolor que describe Lake cuando debe presenciar los acercamientos de Tiffany y Manning, con un dolor tan profundo que te hace acordar a ese amor juvenil que nunca pudo ser y que te hizo sentir tanto con tan poco, y en muchos casos, sin siquiera haber tenido el más mínimo contacto físico.

Otro punto a favor: La necesidad de Manning de estar en donde Lake se encuentre, siempre alegando la amistad o el recuerdo de su hermana, pero dando indicios (sin notarse) de su interés. Creo que incluso él se niega a admitir lo que realmente siente. Si me doy más máquina y dejo volar mi imaginación, imagino a Lake y Manning como dos imanes que se atraen y no pueden hacer nada para evitarlo.

La situación clave sucede en el campamento de verano en el que Lake asiste como consejera/ayudante y en el que Manning se alista como colaborador para conseguir “dinero adicional”. LÉASE COMO EXCUSA PARA ESTAR MÁS CERCA DE LAKE (pero ¡shhh!, no lo dice ni pensando, para él es un GRAN NO-NO). De plus se adjunta Tiffany como una oportunidad para tener más intimidad y acercamiento con Manning, y mientras tanto, no permitir que Lake clave sus garras en él, pero repito, nada está dicho ni en pensamientos, tan solo con acciones tan claras como el agua.

Un tipo de cuerda invisible existía entre nosotros. Nadie podía verlo, ni siquiera nosotros, pero podía sentirlo. Estaba segura de que Manning lo sentía también. Siempre y cuando lo supiéramos era suficiente para mí. Por ahora, al menos.

A lo largo del viaje literario vamos conociendo las dudas, miedos, alegrías y tristezas, sueños, anhelos, ambientado con toda la onda de los noventa. La lucha interna de Manning para no caer en la tentación de desear a Lake, el dolor de Lake al verlo acercarse a su hermana y aceptarlo porque es la única manera de tenerlo cerca, sumando las primeras sensaciones de necesidad de sentir contacto físico, cayendo cada vez más en la atracción.

El final de este libro es digno de un gran WTF DE LOS BUENOS, sin dejarte opción alguna de leer su continuación. Aunque aún me quede por leer el último libro “Lake+Manning” que es como un plus que la autora nos regala, me alegra haber encontrado esta historia que se desarrolla a lo largo de su vida y ser un observador de la transformación de cada uno de ellos. 

Manning y yo necesitamos a Tiffany, pero al mismo tiempo no se podía negar... ella también estaba en el medio.