A Veil of Vines, de Tillie Cole

Para la mayoría de la gente, príncipes, princesas, condes y duques solo se encuentran en las páginas de los más famosos cuentos de hadas. Coronas, joyas invaluables y tronos dorados pertenecen únicamente a los sueños de la infancia.
Pero para algunos, estas frívolas fantasías son verdaderas.
Para algunos, son realidades.
En el Upper East Side de Manhattan, la gente siempre me ha tratado como alguien especial. Todo por mi nombre ancestral y legado. Todo por una conexión que comparto con la familia más importante de nuestro país.
Soy Caresa Acardi, la Duchessa di Parma. Una sangre azul de Italia. Nací para casarme bien. Y ahora la fecha del matrimonio se encuentra definida.
Me voy a casar en casa Savona. La familia que habría sido de la realeza si Italia no hubiera abolido la monarquía en 1946. Pero a los aristócratas de mi casa, la abolición no significa nada en absoluto.
Los Savonas todavía mantienen el poder donde más importa.
En nuestro hermético mundo de dinero, estatus y baile de máscaras, son todo y mucho más.
Y pronto me convertiré en uno de ellos.
Pronto me convertiré en la esposa del príncipe Zeno Savona...
... o al menos lo estaba, hasta que conocí a Achille.
Y todo cambió.

Título: A veil of Vines
Publicación: 27 de noviembre del 2016
Autora: Tillie Cole
Género: Romántico Contemporáneo
Idioma: inglés

Qué grato es encontrarse con una historia tan dulce. Bravo, Tillie, no lo esperaba.

Éste libro es para quienes les encanta lo romántico. Casi rozando el drama, es genial para desintoxicarte de historias fuertes y lacrimógenas. Incluso podría considerarse rosa, ese rosita brillante tirando a pastel con mucho brillo, luces, arcoíris y unicornios. Creo que quedó claro que A Veil of Vines es una montaña de amor. No intento ser irónica, ni burlarme. De verdad disfruté que no sea lo que normalmente consumo. De hecho, creo que hace tiempo que no encuentro una historia tan cute.

Les voy a hacer una pequeña síntesis sin spoilers de lo que trata:
Caresa Acardi, como toda niña, soñó con su príncipe azul y su boda perfecta.
Mientras crecía lo único que quería era una vida normal en Manhattan, siendo consciente que no podría escapar del obsoleto y a la vez importante arreglo matrimonial con el príncipe Zeno Savona (con ese nombre como que a uno se le van las ganas de casarse, ja); heredero al título del rey de Italia y de la empresa familiar que compartían los Savona y los Acardi.
Emprendió su viaje a Italia con algunas dudas y miedos, sabiendo de antemano que esa unión carecía de amor, y sin tener grandes expectativas por el que sería el hombre que la acompañaría hasta que la muerte los separe.
En ese corto tiempo, entre su llegada y la boda, nunca esperó conocer a Achille Marchesi; el tipo que todas queremos tener en la mesita de luz.

¿Vieron? Podía contarles sin spoilear. Voy aprendiendo.

En esta historia no hay personajes malvados, podría decirse que sus actos son bastante humanos. A lo que voy, no hay un tipo pensando todo el tiempo en planes maléficos, o una loca que está decidida a hacerle la vida imposible a la protagonista. Si bien la idea de una duquesa y un príncipe de Italia, desarrollándose en un entorno ostentoso es bastante fuera de lo común, puedo decir con gusto que todos me cayeron bien. ¡ALELUYA!

Cenicienta podía quedarse con las joyas, el carruaje, y el príncipe. Yo quería el viñedo, los jeans desteñidos y el dorado toque de un hermoso viticultor.

Caresa es una chica que se interesa por el otro, se preparó para eso, y demuestra con hechos que los estatus sociales le importan tres rábanos.
Zeno es lo que será (ya sabrán por qué), pero es un buen tipo y debo decirlo: QUIERO SU LIBRO.

Achille merece una extensa explicación para adorarlo, venerarlo y apapacharlo, porque es simplemente bello. Es un hombre inocente, sin maldad, solitario, y con un cuerpo de infarto. Que ande por la vida sin camisas, exponiendo su trabajado torso bronceado con el magnífico sol de Italia, le da puntos extras y una entrada a mi lista de novios literarios favoritos. Gente, no soy superficial, éste tipo se gana su lugarcito por su sencillez y humildad.
Nuestro chico Marchesi es hijo de un viticultor; siguió sus pasos y su trabajo es lo que más ama en la vida, su pasión. Le pone tanto amor, dejando claro porqué su vino es el más premiado. Eso es lo que primeramente atrapa a Caresa (haciendo caso omiso de que lo conoció sin camisa): la intensidad con la que selecciona las mejores uvas, la paciencia y dedicación necesaria para que un sorbo de su vino te vuele la cabeza.

Sentía su corazón latiendo, presionado tan cerca del mío. Cantaban la misma sinfonía. Precisos reflejos exactos de un mismo latido.

Achille es un ser introvertido, tímido y de pocas palabras, algo extraño de encontrar en un hombre con sus cualidades físicas. Cuando decide bajar sus barreras para Caresa, toda esa atracción que sentía se multiplicó por cien; si lo lees, te aseguro que la tuya también. Muchas veces, el insta-lust es difícil de entender, pero con Achille Marchesi queda tan justificado, que omitís la rapidez.

Ojo, no se confundan; no es de mis libros favoritos. No tengo nada negativo que decir al respecto, simplemente me gustan las historias más “emocionales”, con más drama; si bien me vino de maravilla para desintoxicar la cabeza, sentí que le faltaba un poco de condimento al asunto.
El paisaje italiano que describe, los personajes amenos, y la historia de amor que se genera en el libro, obliga a pasar por alto los clichés que aparecen. De mi parte, se merece 4 hermosas mariposas. Si te gustan los libros livianos, con su buena cuota de romance y desarrollado en una localización de ensueño, ¡éste libro es para vos!