Fuimos Canciones, de Elísabet Benavent

Macarena vive en Madrid y es asistente de una influencer de moda.
Macarena disfruta la vida a sorbos e intenta ser feliz.
Macarena tiene dos amigas: Adriana y Jimena.
Macarena guarda un secreto que deletrea a escondidas.
Ese secreto tiene tres letras: L-E-O.
Macarena no sabe que Leo está en Madrid.
Macarena teme, Macarena sueña, Macarena ama, Macarena vuela...

Y en este juego del destino intenta aceptar que lo que fuimos no puede ser lo que seremos...

¿O quizás sí?

Porque a veces lo que fuimos da sentido a lo que de verdad somos.

Título: Fuimos Canciones
Publicación: 5 de abril del 2018
Serie: Canciones y Recuerdos #1
Autora: Elísabet Benavent
Género: Romance contemporáneo
Editorial: Suma de letras
Idioma: español

Confieso que no me atrevo a dejar la mayoría de mis opiniones (en lo que se refiere a libros de Elísabet Benavent) en Goodreads. No tendría que dejarme llevar por el qué dirán: yo leo lo que quiero y le doy el puntaje que creo conveniente a mi parecer, pero a veces me pregunto si debo dejar de leer a la autora y después termino leyendo el siguiente que publica y soy un poco contradictoria 😂😂😂.

Soy medio salmón, muchas veces voy contra la corriente. No me creo única y detergente, ni voy a usar el termino de opinión impopular porque, seamos honestos, en lo que se refiere a GR muchos puntajes son medio turbios (¡CON ESTO NO DIGO QUE LOS LIBROS DE ELÍSABET LO SEAN, ASÍ QUE SE ME CALMAN!), y los lectores usuarios de esta plataforma no podemos guiarnos por ellos o por el fandom enceguecido que defienden a capa y espada.

Los libros de EB no me desagradan ni tampoco los comienzo con la idea fija de ponerle mal puntaje o porque soy masoquista y hablar mal de X libro atrae a los arenosos defensores. Me gusta el rumbo que le da cada libro (podríamos decir la esencia que tiene cada uno) y las emociones que suelen despertar en mí. Si no fuera por “lo negativo” que suelo encontrar les daría más estrellas, sin embargo, me resulta difícil ignorar esas partes que lo terminan arruinando.

Leí por ahí que con este libro Beta había vuelto a sus “raíces literarias”, como una manera de explicar que tuvieron el mismo impacto como aquellos primeros libros que la gran mayoría conocemos. De mi parte vi todo lo contrario, es el mismo patrón que el resto: personajes treintañeros, infantiles; la protagonista que cuenta su vida y también nos aplasta cual avalancha contando la vida de sus amigas, como una voz en off chusmeando la fortuna y desdichas de sus compinches... una chusma. Muy confidente, claro está.

Hay un solo libro que sale de ese molde que ya me parece cansador: Mi Isla, publicado hace un par de años atrás, y sus lectoras lo tildaron como la hermana fea de todos los libros de Beta Coqueta. Diferente, con un drama que hasta podríamos decir adulto, y a casi nadie le gustó.

Fuimos Canciones trata sobre dos personajes que arrastran el pasado de una relación que no acabó de los mejores términos: Macarena y Leo. Ella y él intentaron seguir adelante con su vida (como todo ser humano hace, duh!), y luego de años de ese estrepitoso final, vuelven a encontrarse, desenterrando todas las emociones que sintieron por el otro. Pónganse las máscaras de gas, porque están a punto de leer sobre amor tóxico.

Comenzando un poquito con lo positivo, me gustó la pareja principal y el esfuerzo que hacían por alejarse de la persona que le recordaba su dolorosa relación. No me gustó esa guerra absurda de daño innecesario. Aunque alguna que otra me haya dado gracia, por momentos pensaba si no era solo amor tóxico, sino que se sumaba que ambos no tenían los patitos en fila. Dejó de agradarme la situación cuando el odio se volvió insostenible. ¡Ah! Pero el polvo del adiós no podía faltar y a pelo, como para llevarse un par de ETS de recuerdo o crear algún que otro niño no deseado. Debe ser por eso que ni “el adiós”, ni el cliffhanger me afectó de ningún modo.

Honestamente creo que lo más sano para este par de desdichados es que cada uno siga por su lado.
Macarena es el prototipo de Beta Coqueta. No tengo nada para destacar, pero tampoco la detesto. Me molestó la obsesión que tiene por Leo. Lo poco que se quiere a sí misma para dejarse manipular por él, que se conformara con tan poco estando con Coque (un chongo de ella que no valía ni dos centavos), y por no valorarse más en muchos otros aspectos.

Leo definitivamente no es santo de mi devoción. Tiene serios problemas para resolver y se la da de maduro, de superado. Cree que es más inteligente que Maca por haberla “superado” usando a la pobre de Raquel: la usa y lo sabe... ¿qué digo? ¡Qué se joda! Ella sabe dónde se mete.

Es cansador ver el modo en el que el ser humano reacciona ante una decepción amorosa: al instante busca otra. No se da tiempo a sí mismo de curar sus heridas, ni siquiera deja que la cama se entibie. Y lamentablemente este libro se basa en eso.

(NÓTESE QUE ACTÚO COMO SI LOS PERSONAJES FUERAN REALES, NO SE PREOCUPE, NO ESTOY LOCA, ME DEJO LLEVAR UN POQUITO POR LA SITUACIÓN).

Ahora que lo pienso mejor, lo que tuvieron estos dos idiotas está en el top five de las relaciones tóxicas: ella terminó enfermándose de él, de sus inseguridades, su cobardía, su cinismo. Detesté que sea tan mierda con ella y que Maca cayera tan fácil en la trampa.

Recordé algo que últimamente se volvió repetitivo en los libros de EB: la obsesión por las apariencias, lo estético, lo superficial. En la mayoría aparecen marcas de productos a mansalva como si estas la auspiciaran o vaya uno a saber qué. En este caso, multiplica esa obsesión convirtiendo a Maca en asistente de una influencer de moda. Si antes me molestaba imagínense en este libro.

Por primera vez en la historia sus amigas no me cayeron mal, de hecho, podría decir que tengo una preferida. Jimena tenía un no se qué que la hacía adorable. Quizás por esa manía que tenía al fantasma de Santi o que tuviera reacciones bastante alocadas. O tal vez me rendí y me acostumbré a los personajes que antes me caían mal. Lo que no me gustó en absoluto fue el “plot twist” o “revés” que les dio a sus amigas y sus vidas sentimentales. Lo de Jimena lo vi venir ni bien se planteó la idea, pero con Adriana sentí lo sentí forzado con un calzador y mucho no pegó. Salió de la nada y no lo sentí creíble. Y más porque Julián me cayó super bien y de la nada lo pintaban de pesado. ¿Dónde quedó ese amor y atracción que sentía por su marido si después de “el momento” sintió algo completamente distinto? Por eso no me compré su actitud final.

Me enganché con Samuel y Jime (el pasado de Sam se veía a kilómetros), ¿pero que terminen de ese modo solo porque él creía que ella lo juzgaba? Salió de la nada como lo de Adriana y no pegó ni con cola.

Lo que menos presté atención fue a la playlist. Me pareció bastante bonita la frase que lleva a la razón del título. Podríamos decir que tuve un playlist propio. Mientras lo leía tenía de fondo un episodio de Padre de Familia y justo pasaban “(Everything I do) I do it for you” de Bryan Adams y fue épico. No solo la canción definía a Maca y Leo, sino que el episodio produjo más emociones en mí que las quinientas páginas del libro.

No me considero una Hater de Beta Coqueta. Jamás se me pasó por la mente. Nadie me obliga a leerlos, lo hago porque me atraen sus historias de algún modo perverso, y a pesar de no ser de mis favoritos (quitando la bilogía Horizonte Martina que aborrecí), los personajes terminan quedándose en mis recuerdos.

Siempre espero que la historia me guste y me enamore tanto como para pasar de digital a físico, mientras tanto no tengo ningún libro de Elísabet en papel. No pierdo las esperanzas.

No leí la continuación de Fuimos Canciones. No creo que lo haga. Leí dos capítulos y preferí no obligarme. Me quedó con este y la risa que me dio el vídeo de Padre de Familia, aunque no tenga nada que ver.



7 Comentarios

  1. No soy fan de beta. Intenté leer un libro y no pude. Soy la de la contracorriente con ella. Todas la aman como si fuera la diosa. Pero conmigo no. Me pasa también con el ahora renovado amor por la cosa más horrorosa que lei en mi vida ( After). Como deseo que termine la locura de la película para así dejar de verla por todos lados. En fin. Me fui de tema. Ame su reseña. 🤗

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hay muchas fanáticas que se olvidan que los autores son simples seres humanos y que no todos tenemos los mismos gustos y saltan cual perro rabioso a cuestionar la opinión de uno. En el blog guardamos de recuerdo un par que nos dicen que estamos equivocadas o que no entendimos el mensaje del libro (????)
      ¡Tremendo!

      Borrar
    2. Ah, y me olvidaba... estoy en la misma que vos, After es lo más sobrevalorado del universo. Por un momento pensé en darle una relectura para derrapar en el blog y después recordé lo mal que la pasé leyéndolo y se me pasó xD

      Borrar
  2. Hola!!
    Una pena que no lo hayas disfrutado. To lo leí hace tiempo y me gustó bastante.
    Besitos :)

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Es una pena, hace rato que no disfruto un libro de Beta. #Someday (?)

      Borrar
  3. Increíble como hay que abrir el paraguas por las moscas que alguien pueda ofenderse. ¿Dónde se habrá ido el sentido el espíritu crítico?

    Es un libro que no leería; me bastó con tu reseña. Tiene todos los condimentos de los libros que etiqueto como: melodrama clase b, al baúl de los sin pena ni gloria, gataflorismo... podría seguir. Y la remata al mandar tantos PNT. ¿Qué les está pasando a los autores?

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hace años que la gente se olvida que tenemos derecho a pensar distinto y que hay que respetar la opinión ajena, pero saltan engomadas, vio.

      Sé que no lo leerías, caperuciña. Ni yo lo continué... y no digo que no lo recomiendo porque siempre hay un roto para un descocido.

      Borrar