Hoy, en este maravilloso mundo mágico, somos Meredith Grey e
investigamos la epidemia que seguramente muchas almas derraperas sufrieron o están
sufriendo. Nada de alarmarse. Hablaremos de las relecturas en las que muchas
veces caemos cuando estamos sin rumbo y no tenemos idea de qué hacer con
nuestra vida literaria.
Haciendo un poco de memoria, recuerdo el tiempo en donde me sumergía
en el mundo literario SIN REPETIR la lectura. Previo a la fiebre lectora que
tuve en mi adolescencia, solía leer algún que otro libro, lo disfrutaba, tomándome
todo el tiempo del mundo; sin tomar en cuenta su género o autor. No me sentía
obligada ni los abandonaba. Seleccionaba los libros que teníamos en casa o
pedía prestado a una amiga; era muy diferente a lo que soy hoy y al recordarlo,
me veo como una espectadora en mi propia vida. No me reconozco.
Luego, vino la fiebre que mencioné e investigaba los libros similares
a aquéllos que me encantaron, saltando sin perder el tiempo de historia en historia
como una demente, siguiendo el género y empachándome de la misma temática una y
otra vez. Sin variar ni probar algo nuevo. MEGA ERROR. He llegado al punto de
evitar el Young Adult; elegir uno solo para darle otra oportunidad y
sentirme asqueada de encontrar que no cambian la trama entre los autores: el
mismo molde para todos. Se siente frustrante y cansador. Lo mismo con el género
erótico. Imagínense, quince años después uno puede llegar a sentir que el
libro ya lo leyó (aunque se haya publicado la misma semana) o adivinar lo que
va a pasar por la obviedad en el argumento. Comenzamos a dejar de leer del
chasco, o volvemos a aquellos libros que en su momento nos hicieron muy felices.
Las temiblemente-odiadas-y-posiblemente-queridas relecturas.
Probablemente, mi
querida alma derrapera, la nostalgia te llevó a leer ese libro que adorabas con
todo tu ser luego de siglos sin tocarlo y te (re) encontraste con un fiasco monumental.
Quiero decirte que no sos la única. Y es muy seguro que después de esa relectura
(quizás abandonada o leída por “arribita”), hayas tenido la idea de venderlo o
regalarlo. No podés creer que el enamoramiento del momento no te dejó ver ni
las personalidades que albergaba cada uno, ni su extraña trama. No esconderemos
el hecho de que evolucionamos y maduramos (supongo que positivamente) y por tal
no nos parece lo mismo. Con esto también entendemos que muchas almas puedan
vitorear algunas historias que nosotras ya no; lejos de colocarnos en otros niveles
literarios o alguna gilada de esa. OJALÁ pudiera borrar de mi memoria esas historias
que adoré para releerlas una y otra vez como una niña ingenua que cae rendida
por el amor extraño y tóxico de dos adolescentes norteamericanos. Dicho esto, en
el pasado las lobotomías demostraron ser inútiles y no nos queda otra que
recordarlos tal como eran, mantenerlos en la burbuja que se aloja en nuestra
mente y no tocarlo JAMÁS.
O si quieren, pueden
hacer como nosotras; tomar un alfiler, pinchar la burbuja y que sea lo que Yisus
quiera. Nada puede malir sal.
Fuimos lo suficientemente
valientes como para releer esos viejos amores que nos convirtieron en Zorritas
literarias (marca registrada de mi querida Gabba en el 2013), y terminaron
de definir lo que somos (¿qué somos? Todavía intentamos averiguarlo).
Hoy queremos decirte
que nos preparamos mental y espiritualmente para afrontar aquellos libros que nos
marcaron de algún modo y que hoy es muy probable que nos produzcan dolor de
cabeza. Nos ofrecimos como voluntarias para leer sobre ángeles caídos, chicos
malos en grandes dosis y chicas que no sabían que eran perfectas. Te prometemos
que no todo está perdido y que hay muchas perlitas perdidas bajo el mar. ¿Estamos
lo suficientemente desesperadas para releer Crepúsculo? NO, no somos
kamikazes.
Pronto comenzarán a ver
las reseñas bajo la etiqueta de Relecturas derraperas. No se nos ocurrió
otra cosa. Siempre obvias, nunca inobvias (sic).
¡Aguante el NOS, pibis!
Pd: (Si se les
ocurre otra etiqueta, siéntanse libres de compartir la idea y nosotras la
robaremos con gusto).
Estén atentas, quién
sabe, quizás sea lo próximo que lean de nosotras.
2 Comentarios
Es un artículo muy divertido!! :D
ResponderBorrarLa verdad es que no había pensado en esas lecturas de tantos años atrás y releerlas. Y como bien comentas, yo tampoco me veo tan desesperada como para volver a leer Crepúsculo xD
¡¡Hola!! Últimamente, las relecturas que vengo haciendo (de la mano de la nostalgia) me dieron distintas reacciones. Es raro que con algunos mi amor se haya afianzado y con otros cuestionara mi salud mental xD.
BorrarSintetizando: tiene sus efectos adversos.
Pronto tendremos alguna prueba de mi pseudo experimento en el blog.
Me alegra haberte traído una sonrisa con esta entrada <3